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10 de junio de 2016

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Es irónico tener el don de la palabra pero cuando más lo necesitas la cagas.
He llegado a la conclusión (algo tardío), de que si tengo que pensar tanto cómo elegir las palabras contigo, cómo unirlas para que suenen bien, cómo expresarme con cuidado y demás detalles, algo estaré haciendo mal, puesto que no debería ser así.
No debería tener cuidado e ir con pies de plomo para expresarme. 
No debería escribir, eliminar y volver a escribir una estúpida frase para que esté limpia de posibles segundas.
No debería limitar mi nivel de sarcasmo.
No debería limitar mis emociones. Controlarlas sí, cortarlas no.
No debería cohibirme por "cómo reaccionará". 
No debería hacer tantas cosas que he estado permitiendo... 

Así que lo hice. Lo corté y... ¿Y ahora qué? Absolutamente nada. No hubo nada.
No sé si por mi, no sé si por ti, por los dos. Pero así fue. No ocurrió nada.
Y así continúo. Junto a la nada.


1 de junio de 2016

...

Y luego piensas, porque piensas. PUEDES pensar. Y es entonces cuando te vienen todas esas cosas a la cabeza.
Tales como que te amargas por amor al arte. 
Cosas como que esa otra persona lo ve todo bien.
Cosas como que solo tú y nadie más que tú lo ve todo mal.
Cosas como que eres inútil.
Cosas como que podrías estar de maravilla.
Cosas como que no hay razón para estar tan hundida en la mierda.
Cosas como esas, y luego... ¿Luego qué? Luego nada.
Nada porque eso de ser positiva no va contigo.
Nada porque no sabes estar bien.
Nada porque eres la persona más infeliz que he conocido.
Nada porque tienes mucho para estar bien a ojos de los demás pero sin embargo, para ti no lo es todo, puesto que no eres feliz.
Nada porque... Porque...
Porque sí. Porque no.
Porque terminó la canción y aquí seguimos. Debatiendo entre si debemos estar bien o hay razones para estar mal. Pero aunque encontremos una luz, siempre encontramos la oscuridad.
Y es ahí, querido amigo, donde comienza tanta calamidad.

...

Creo que me estoy convirtiendo en la dama de hielo, más;
Ya no vivo, sobrevivo.
Ya no respiro, TOMO aire.
Ya no sonrío, enseño una mueca.
Ya no siento, aborrecio.

Todo cuanto me rodea me da asco, ganas de vomitar, ganas de dejar de existir.
Cada día ansío volver a la cama; las mañanas son pésimas. Me despierto y aún sin sueño me quedo en ella, deseando no coexistir con nadie, deseando no ver a nadie, deseando estar sola. Sola.

Definitivamente soy la nueva dama de hielo.
Definitivamente es mi nuevo yo, y definitivamente me da igual. Aunque, bueno, prefiero que me de igual estando sola, puesto que las personas me producen una alergia incontrolable. 

Exacto. Esa soy yo.

☼

INTENTO ESCRIBIR MIS MEMORIAS.

ESAS QUE TANTO ME HICIERON SENTIR.

PERO TENGO UN PROBLEMA; NO SÉ QUÉ PALABRAS ELEGIR...