¿Vale la pena dar una segunda?
¿De verdad crees que se va a cambiar?
Yo creo que no...
Eso de las segundas oportunidades es tan cierto como que el cielo es rosa. Pues igual.
Pongamos un ejemplo: hace un año y algo (o puede que menos) dí una segunda oportunidad y, ¿sabéis qué? salió mal. ¡Qué novedad!
Y pensaréis... ¿A qué viene eso ahora?
Pues señores, que me va venido a la cabeza y tengo razón.
Vale, todo hay que decirlo, no todas las segundas oportunidades salen mal, pero admitid por lo menos de que la mayoría sí.
Ahora bien... ¿En serio crees que saldrá bien?
Uy uy uy... Pensároslo bien más de dos veces antes de llevaros el chasco. Y sobre todo, dad prioridad a vuestra felicidad, no a la de la otra persona.
Primero tú, luego los demás (aunque no siempre se haga caso a ese "precioso" lema).
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