...

Hace un día magnífico ahí fuera.
El sol brilla más que nunca.
El viento cálido es como un leve susurro que te dice que todo va a ir bien, mas sin embargo hay tormenta en todo mi ser.
Allá donde miro encuentro amargura y dolor.
El sol no me ayuda, no me cuida.
Hoy todo son sombras. Caricias perdidas...

Hacía una mañana magnífica dentro de mi.
El sol se incrustaba en mi piel. 
Sentía que todo iría bien.
Pero sí. Tenía la pequeña sensación de que todo ese bienestar no duraría. Y así fue.
Una vez más, tuve razón. Aunque... me habría encantado no tenerla.