Siempre hay algo por lo que dar las gracias; convertir lo negativo en positivo.
Llegué a un punto en el que me comía todo lo negativo que hay en mi vida, empecé a verlo todo muy negro y sentí que todo aquello podía conmigo. Pero cuando recapacité y me centré en mí misma vi que realmente tenía mucho por lo que volver a levantarme día sí y día también.Creo que al final fue terapéutico tocar fondo, porque es en los peores momentos cuando te das cuenta de quién eres, qué quieres y qué harás para coger nuevamente los mandos de tu vida.
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