*Gracias, Stefan. Ahora, si no te importa, empecemos a trabajar; llevamos varios días de retraso.
-¡Claro! -exclamó- pero antes de nada, toma, son los mensajes que has recibido durante tu ausencia.
Se repite la llamada de un abogado llamado O'conner.
Me pidió que en cuanto volvieses lo llamara para citarse contigo.
O'conner... No había pasado una semana desde la última vez que lo vio.
Habían hablando un poco en el hospital, pero al parecer Sam no tenía intenciones de volver a verlo, y mucho menos planear una cita con él.
*Dame eso -replicó Sam-. Si vuelve a llamar dile que estoy muy ocupada, y que en cuanto pueda hablamos.
Se había puesto muy nerviosa.
Stefan tenía una perspectiva muy distinta respecto a Samantha, pero, ésta nueva faceta le hacía surgir una curiosidad enorme acerca del tal "O'conner".
Pasaban los días, el proyecto veía la luz... todo iba perfecto, excepto los nervios de Stefan.
Hasta ahora había averiguado que Damian O'conner era un abogado que trabajaba en una empresa discográfica movida a nivel mundial.
"Hola, soy Damian O'conner. Éste es el décimo octavo mensaje que dejo y aún no he recibido ninguna llamada concretando una cita con Samantha Jones.
Es importante que hable con ella, pues tengo información sobre el ciclista que la mandó al hospital".
Hacía aproximadamente cinco horas desde que Stefan le pasó el mensaje a Samantha.
Se encontraba desconcertada, pues no sabía si llamarlo y verse con el o no.
¿Qué solución encontraría? (...).
-Hola. Gracias por encontrar un hueco para mí.
*No tengo mucho tiempo. Dime lo que me querías decir.
¿Por qué se comportaba así con él?
Estaba siendo muy esquiva y fría pero, no sabía el por qué.
-Verás, el ciclista se llama Derrick Foster y es empresario.
Atando cabos, pude encontrar una relación entre vosotros.
Hace un año te contrató para diseñar una casa de lujo en la que se iba a mudar con su recién esposa.
Resulta que después de cinco meses, caminando ella por el puente de cristal que diseñaste como regalo para ambos, calló y ello la llevó al hospital. Hace tres meses salió de allí en silla de ruedas. Quedó parapléjica.
*Pero... ¿Qué quería decir? -pensó Samantha-. ¿Buscaba venganza acaso? (...).
To be continued...
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