No puedo decir que no sé cómo pasó porque sinceramente sí lo sé. Lo que no sé es por qué no paré al ver que estaba tan cerca pero aún con tiempo de retroceder.
El dolor no es nada comparado con la meta. La meta es mucho comparado con el daño que causaría. Mi final sería aquello trágico de lo que siempre hablo.
La predicción cumplida. Todo cumplido.
Consecuencias: Corazones rotos, vidas muertas... dolor interminable, inconfundible e inigualable a cualquier otro tipo de dolor. Tristeza, llanto... más llanto.
Culpas echadas a quien no la tiene. Cargo de conciencias sin razones, ya que no tuvieron nada que ver en aquel trágico final.
(...).
Preguntas tipo: ¿Por qué lo ha hecho? ¿He tenido culpa en que llevara a cabo aquel cometido? O simplemente no habrían preguntas. Y si pudiera decir que no volverá a ocurrir... si pudiera garantizar con una promesa que nunca más, NUNCA MÁS volveré a hacerlo...
...Lástima que no pueda porque sé que soy débil y sé que puedo volver a caer en aquel infierno del cual es difícil salir e ignorar.
Lo único de lo que me arrepiento; de hacerte daño con mis actos. Hacerte pensar que no puedes hacer nada, que lo hago por pasatiempo o que no tengo solución...
No sé si la tengo, pero sé que podría evitarlo. ¿Cómo? No lo sé. Solo sé que podría... de alguna forma u otra podría...
...La cuestión es: ¿me ayudas a saber cómo poder evitarlo? Y si es así... ¿Se debilita lo nuestro cada vez que hago esto? (...).
Pensar que se fractura lo nuestro me desconcierta. Tengo mucho miedo a ello... Le tengo pavor a no volver a estar contigo, sin sentir tu tacto en mi cuerpo...
Escribo con mi sangre y la pobreza en la mirada. Cada vez que te conectas se ilumina mi mirada, mi corazón palpita y me alegras la mañana.
Piensa que el infierno no es eterno... que siempre hay alguien que está ahí para ayudarme a salir. Ese alguien; TÚ.
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