Cuando diga que no me importa lo que hagas con tu vida, que yo no pinto nada en ella, que si por mí fuera estaría a miles de kilómetros de distancia de ti... Que ojalá no te hubiese conocido nunca, que eres lo peor que me ha podido pasar en toda la vida...
...Que no te quiero y que nunca lo he hecho, que no supones nada para mí. Que tan solo eres la pieza menos importante del puzzle. 
Que te odio a más no poder...
Cuando te diga todas esas cosas y más, has de saber que estoy mintiendo. Que nada es cierto y que la verdad es todo lo contrario a lo que dicen mis palabras.
Si lo hago, si miento así, es por algo que me ha llevado a hacerlo. No sé qué, aún no lo sé; pero cuando ocurra, no me creas. Por favor, por favor, no lo hagas.
Cuando te mire con cara de odio y asco... repugnancia y desamor... Cuando lo haga tan solo gira la cabeza y no observes esa mirada.
No creas nada de lo que digo. No lo hagas, pues como ya he dicho, algo o alguien me habrá llevado hasta el punto de hacerlo, de decirlo... O bien porque creo que será lo mejor para ti, o bien porque habré fallado de alguna forma u otra.