Recuérdame después de haberme ido;
Cuando, bajo la tierra silenciosa,
No me alcance tu mano temblorosa
Ni pueda desandar lo recorrido.
Recuérdame sin más cuando perdido
Nuestro sueño común, como la rosa
Marchita esté; pues ya ninguna cosa,
Promesa o ruego, llegará a mi oído.
Mas si me olvidas por un tiempo, amado,
No sufras si el recuerdo luego insiste.
Si tinieblas y vermes han dejado
Algún vestigio de mi pensamiento,
Prefiero que me olvides si contento
Estás a que me evoques y estés triste.
Cuando, bajo la tierra silenciosa,
No me alcance tu mano temblorosa
Ni pueda desandar lo recorrido.
Recuérdame sin más cuando perdido
Nuestro sueño común, como la rosa
Marchita esté; pues ya ninguna cosa,
Promesa o ruego, llegará a mi oído.
Mas si me olvidas por un tiempo, amado,
No sufras si el recuerdo luego insiste.
Si tinieblas y vermes han dejado
Algún vestigio de mi pensamiento,
Prefiero que me olvides si contento
Estás a que me evoques y estés triste.
Christina Rossetti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario