"Tras el espejo..." Capítulo VI

Mientras ella recorría sus 15 km en bici como cada mañana, escuchando la lista de reproducción con canciones variadas y despreocupada por el proyecto del hotel de lujo que tenía entre manos, la seguía un ciclista a toda marcha, procurando no ser visto.
Sin darle tiempo a actuar, el ciclista se le atravesó a Samantha por delante, haciendo que ésta se estampase contra la bici del ciclista y se impulsara por encima de éste y cayera contra el bordillo del carril para ciclistas que había en el parque, con una gran brusquedad.
Tres días después, muy poco a poco, logró abrir los ojos.
Veía borroso, no divisaba con exactitud lo que intentaba reconocer a su alrededor.
Pudo darse cuenta de que se encontraba postrada en una cama, las paredes eran blancas y escuchaba cada segundo un diminuto sonido que cada vez se le hacía más y más familiar.
Mantenía los ojos abiertos con gran dificultad, pues le dolían los músculos de alrededor de la cuenca al parpadear.
-¿Hola? -dijo con voz apagada- ¿Hay alguien ahí?
Como nadie le respondía decidió levantarse de la cama para buscar ayuda, o intentar averiguar el estado en el que se encontraba y dónde; cuando de repente entró alguien y casi a gritos le dijo:
*¿Pero qué hace? ¡Vuelva a la cama!
Al girarse pudo ver que se trataba se una enfermera.
-¿Qué...? ¿Qué hago aquí? ¿Qué me ha sucedido?
*Primero acuéstese y luego le respondo.
Tuvo un accidente con la bici. Se encuentra en el St Mary's Medical Center.
-¿Hace cuánto que estoy aquí?
*Tres días. Lleva en coma dos días y medio. Todos teníamos la esperanza de que despertara.
-¿Saben quién soy? No llevaba los documentos encima. ¡Estarán preocupados!
*Tranquila. Nada mas entrar en el hospital llamamos a los últimos contactos de su agenda electrónica. Desde que le avisamos no se ha separado de usted. Se nota que la quiere mucho...
-¿De quién habla? -preguntó Samantha-.
*Del joven que está ahí. El pobre apenas ha dormido...
Era algo imposible. Se trataba de Stefan.
Atónita y sorprendida como nunca lo había estado, pidió a la enfermera que se retirase, haciendo que se quedase a solas.
Pasados varios minutos, Samantha seguía observando a Stefan dormir, sin poder parar de mirarlo, cuando de pronto...
-¡Sam! ¡Has despertado! -Exclamó casi a voces nada mas verla-.
Algunas lágrimas se le asomaron por los ojos, pues se emocionó bastante volver a ver a Samantha, como si lo hubiese pasado realmente mal estos últimos tres días.
To be continued...